¿QUÉ SON LAS EMOCIONES?

Todas las personas nos emocionamos, aunque cada persona sentimos de forma diferente y en proporciones diferentes, porque tiene que ver con nuestras experiencias personales, con nuestra historia, nuestros valores, como crecimos, nuestras experiencias familiares.

Vimos como nuestras familias aplaudían ciertas emociones, como el éxito, la competencia, ser reconocidos por los demás y otras familias no tolerar la tristeza, mostrarse vulnerable, otras a penalizar la rabia y la frustración.

Es como las interpretamos, qué pensamos y creemos de ellas. Si son buenas o si son malas, si son útiles o si no lo son, si se deberían sentir o no. Cada persona le pone un sello de cómo tiene que ser interpretada esa emoción basada en su experiencia personal. En el caso del trauma es una experiencia que nos marca y nos deja cicatrices en las emociones y en el alma. Las emociones tienen un propósito, están creadas para darnos movimiento y ayudarnos a dirigir nuestras acciones. Son una brújula. Tienen una instrucción para movernos. Aceptar que todas las emociones son sabias, nos aportan sabiduría, nos permiten recalibrar, reconectarnos, recargar las pilas y cuando no lo hacemos, nos empezamos a agotar emocionalmente y se nos acaba la energía. Es importante no tener miedo a nuestras emociones. Reconocer que nuestra sensibilidad es un talento y una fortaleza. Aprender a reconectarnos con ellas, caminar con ellas y aceptarlas. Porque a través de ellas vamos a recuperar sabiduría, serenidad y el sentido de las cosas. ¿y tú cómo te relacionas con tus emociones?