¿CÓMO SÉ SI NECESITO TERAPIA?




¿CÓMO SÉ SI NECESITO TERAPIA?


A este título yo le añadiría, ¿cómo sé si necesito ayuda de un profesional?

Si estás pasando por un momento difícil o una crisis vital, necesitas terapia.

Y tú te puedes decir, “…si yo sola puedo salir de esta…”, la cuestión no es salir de lo que te provoca angustia, tristeza o rabia, la cuestión es, “Qué te está pasando aquí y ahora en relación a una situación o personas, qué sensaciones y emociones lo acompañan, donde las sientes en tu cuerpo, qué haces o qué acciones llevas a cabo con todo esto y muy importante, para qué lo haces”.

A la mayoría no nos enseñaron a gestionar nuestras emociones, más bien aprendimos a no hacernos mucho caso, ni tampoco a eso que sentimos, creemos que ya se pasará o mejor voy al médico para que me dé algo para aliviar ese malestar que siento.

Obviar, desechar sin mirar, creer que ya pasará sin observar, porque nos incomoda…no hace que desaparezca, ni se esfume, ni se pierda…vuelve. Que no lo veamos ni le hagamos caso no significa que no esté.

Aprender a abrirnos a pedir ayuda, a recibirla, sostenernos, con disponibilidad y apertura a ser guiados, forma parte de nuestra naturaleza. Y la prueba es ver cómo, si queremos, podemos hacerlo.
En los momentos difíciles y las crisis vitales, hay la oportunidad para revisar eso que se nos mueve interiormente y nos produce tanto dolor, para ser más conscientes de nosotras mismas, de los demás, de nuestras acciones, y así tomar las riendas de nuestra vida para podernos sentir más tranquilas y en paz.

En terapia, acompaño a las mujeres a revisar sus creencias respecto a lo que en ese momento están sintiendo en relación a una situación, una persona o un grupo. Desde la mirada limpia, la escucha activa y la presencia, las mujeres sienten la confianza necesaria para abrirse a expresar lo que realmente piensan y están sintiendo, descartando el juicio, de que, si es bueno o es malo, tendría o debería, porque justo esto es lo que nos hace entrar en conflicto interno.

Este proceso no sabemos hacerlo solas, porque cuando nos sentimos mal, sentimos tal confusión que no somos capaces de gestionarnos a nosotras mismas, nos sentimos así, porque no vemos justo lo que hay detrás de ese malestar, es nuestro punto ciego, y el terapeuta puede verlo por ti.

También te puedes decir, “…esto que me pasa lo puedo hablar con mis amigas, con mi pareja, con mis padres, ellos me ayudarán…”, pero he de decirte, que a no ser que estas personas sean muy sabias, se hayan revisado a sí mismas en sus conflictos emocionales y tengan la capacidad de poder distanciarse para poder ser neutrales, no te van a poder ayudar, en todo caso te pueden dar una opinión o consejo de lo que ellos creen, en base a su sistema de creencias, su mapa mental, su manera de ver y relacionarse con el mundo, que evidentemente no es el tuyo, y en la mayoría de los casos te sientes más confusa todavía.

Si llevas tiempo sintiéndote triste, enfadada, angustiada, desesperanzada, desanimada…que te invade la culpa y el dolor, que hay momentos en que parece que desaparece, pero con el tiempo vuelve aparecer, con cualquier síntoma que vas viendo que se va repitiendo en tu cuerpo, como insomnio, contracturas o dolores en el cuerpo, infecciones de cualquier tipo, migrañas, cáncer… etc., si has sufrido abandono, malos tratos o abusos de cualquier tipo, necesitas terapia.

Necesitas una mano amorosa que te acompañe, en la que puedas confiar y sentirte segura, si quieres, yo puedo hacerlo, puedo acompañarte a sostenerte en tu proceso hasta que tú puedas hacerlo sola, como llevo haciéndolo con muchas mujeres desde hace tiempo, que se sentían como tú, y que han podido transformar sus vidas para bien.

Solo me queda decirte, que con amor todo es posible, confía J

Raquel Lara Almazán

Estoy formada en Terapia Gestalt, Terapia Gestalt Corporal y Psicología y espiritualidad femenina.

Comentarios

Entradas populares